Nora POV
Jev tomó mi mano y
me dirigió a la sala. Se sentó en el
gran sofá negro y me sentó frente a el.
-Come.- señalo un sandwish y un jugo de
naranja. Todo en él
irradiaba frustración, así que no discutí y comí lo que
me ofrecía. Ya mas tranquila mi apetito había vuelto.
Comí en silencio mientras Jev
observaba cada uno de mis movimientos. Cuando terminé, llevo todo a la cocina y
lo dejo en la encimera. Regresó con pasos cansados y tomo su lugar anterior.
-Ahora puedes decirme que demonios esta
pasando?
Tomé aire y exhalé muy lentamente.
-De acuerdo.
Empecé contándole lo
que sucedió la mañana siguiente al ultimo día que
nos vimos,los planes que Rixon formuló y
termine diciéndole como había llegado hasta
su puerta esta noche.
Durante todo el relato, Jev no dijo
nada. Solo se limito a mirarme y apretar los dientes. Sus
ojos ardían por la ira y empece a pensar que iba a sufrir un
ataque o algo.
Segundos pasaron antes de que
reaccionara. Pensé que se pararía y empezaría a
decir maldiciones, pero no lo hizo. Con un
movimiento rápido, típico de él, me atrajo hacia sí.
Sentí sus labios en mi boca y sus
manos mi cabello. Me apretaba contra él con una necesidad contenida que hizo
que lo mas intimo de mi ser se humedeciera.
Ya no podía soportarlo
mas. Después de pensar que nunca lo volvería a
ver, ahora lo tenia aquí conmigo, y no iba a dejarlo ir.
Me puse a horcadas encima de él. La bata
que llevaba se abrió dejando mis piernas desnudas
a cada lado de el. Sentí una de sus manos en mis
muslos y la otra quitaba el nudo de mi bata. En un segundo, tenia puesta la
bata y al otro, estaba completamente desnuda encima de el.
Tiré de su camiseta sobre su cabeza y mis manos exploraban su cuerpo. Las suyas
estaban sobre mis senos, y luego por todas partes. Gemía de
placer al sentir sus manos sobre mi, sus firmes dedos tocaron
mi intimidad y apretaron mi trasero. Sentía que
iba a enloquecer de tanto placer.
Tome su boca con mis labios, quería mas de esto,
lo necesitaba...
Fuertes golpes sonaron en la puerta. Los dos nos quedamos paralizados. Eran los
hombres de Rixon, nos habían encontrado. Cuantos serian? Podría Jev
con ellos? No lo sabia, pero el pánico no me dejaba pensar con
claridad.
Rápidamente Jev se puso de pie llevándome con el, me dirigió a su habitación. Me entrego una camiseta y unos
pantalones deportivos. Su ropa me quedaría un poco ancha, pero serviría.
Mientras me cambiaba el fue hasta su
maleta, saco una chaqueta negra, puso un pequeño sobre en uno de sus bolsillos
y por ultimo, saco un arma!
-Hey! Que harás con eso?
-Tranquila Nora. Esos tipos estarán armados, es solo por si el dialogo no es una opción.
Fuimos hasta la sala, solo habíamos tardado unos cinco minutos, y los golpes habían cesado en la puerta. Pero ambos sabíamos que estarían afuera.
-Como saldremos de aquí?- Le pregunte a
Jev ansiosa.
-Tengo una idea. Vamos.
Me llevo al baño, hasta el deposito de
ropa sucia.
-Esperas que baje por ahí?
-Tienes una mejor idea? - la verdad no, así que me prepare para deslizarme por el estrecho túnel.
Quince minutos después corríamos a toda
velocidad en el auto de Jev. Nadie nos seguía, pero no podíamos pasarnos la
vida huyendo.
-Ahora donde? - pregunte mirando por la
ventanilla.
-Tienes algún lugar donde pasar la
noche? - si, lo tenia.
-Dobla en la siguiente, y toma la
Madison.
Las luces de la casa de Vee estaban
apagadas. La llame del celular de Jev y le explique mas o menos la situación,
no quería alarmarla.
Entramos y Vee salto encima de mi.
-Oh nena! Estas bien! Estas bien?
Cierto? Porque no te ves muy bien.
-Lo estoy, todo esta bien ahora.
-Oh cariño estaba tan asustada por ti.
No llamaste mas y cuando le llamaba a Rixon me colgaba inmediatamente. Voy a
preparar café, tienes que contarme todo.
Fue hasta la cocina dejándonos a Jev y
mi solos en la sala. Me acerque a el y me abrazo, deposito un beso en mi
frente.
-Que haremos ahora? No podemos quedarnos aquí para siempre.
-No lo haremos. Mañana iré a hablar con
Rixon, se que estará en su oficina.
-Que! No! no puedes ir allá! Estará plagado de sus hombres...
-Apostaría a que no. El quiere
encontrarnos. No esperará que vayamos a buscarlo.
Jev tenia razón. Rixon no se esperaría que nos presentáramos en su oficina. Y ya estaba cansada de esto. Rixon no podía monopolizar mi vida, y yo no podía seguir permitiendolo. Grey Textiles
era mi empresa, el patrimonio de mis padres. Rixon era nada sin mi. Amaba a
Jev y quería estar a su lado para siempre, y Rixon tenia que salir de mi vida.
Vee regreso con café y hablamos hasta
que me quede dormida en los brazos de Jev.
***
Mi reloj marcaba las nueve de la mañana cuando cruzamos por las puertas de Grey Textiles. Vee me había prestado algo de ropa, y peinado mi cabello.
Todos los empleados me saludaron con afecto y sincera preocupación. Rixon les había dicho que enferme, y a eso se debía mi ausencia. Jev me seguía de cerca y no soltaba mi mano.
Para cuando llegamos al ascensor todo mi seguridad se había ido. Sentía miedo de enfrentarme a Rixon. Sabia que no estaba sola en esto, Jev estaría a mi lado para apoyarme, pero esto iba mas allá de mi.
Jev noto mi repentino cambio de humor y me atrajo hacia sí. Me dio un suave beso en los labios y ese simple gesto calentó todo mi cuerpo.
Las puertas se abrieron en el pasillo que daba a la oficina principal, respire profundo y tome la mano de Jev mas fuerte.
-Vamos.- dije un poco temerosa, pero dispuesta a terminar con esto.
Cuando llegamos al recibidor Mercie no estaba en su lugar, para variar. La mano de Jev se tensó junto a la mía. Me gire para mirarlo y sus ojos estaban inquietos. Que estaba pasando aquí?
Solté su mano y camine hacía las puertas de la oficina de Rixon, escuche la voz de Jev detrás de mi llamándome. Pero ya era tarde.
Empuje las puertas y di dos pasos dentro, luego me quede paralizada. Que era lo que veían mis ojos? Rixon estaba sentado en el sillón detrás de su escritorio, sus manos acariciaban con lujuria los pechos desnudos de una rubia de pelo largo, que a su vez, tenia las manos ocupadas con la entre pierna de Rixon.
Sentí a Jev parase muy cerca de mi. El sabia sobre esto. Por eso siempre decía que no debía de confiar en Rixon, pero yo estaba muy ciega como para creerle si me lo decía.
Cerré la puerta con fuerza y Rixon miro en mi dirección. Se paro tan de prisa que la rubia la cual había resultado ser Mercie, cayo al piso tratando con sus manos de cubrir sus pechos.
La sorpresa no abandonaba la cara de Rixon. Jev había acertado, el no esperaba vernos aquí. Me quede mirándolo mientras la ira deforma mis facciones. Todo el miedo que había sentido hacia el se desvaneció y fue sustituido por el mas profundo odio.
El me había odiado por haberlo traicionado, pero el me había traicionado desde siempre. Mercie, nunca me agrado esa chica, pero ahora puedo ver las razón por la cual no quería despedirla, ella era su amante.
El sentimiento mas grande de repulsión comenzó a crecer en mi. Creía que iba a vomitar.
-Rixon... - no reconocí la voz que salio a través de mis labios, cargada de odio y decepción.
-Nora... Puedo explicarlo.
-No! no lo harás! No quiero escuchar nunca mas tus mentiras! Quiero que te largues de mi empresa y de mi vida!
-Nora espera, no es lo que crees... - caminó en dirección a mi atravesando la oficina.- Me sentía muy solo... yo no quería hacerlo.- Puso su mano en mi hombro y yo me aparte. - Nora por favor, ya podemos despedir a esta chica, ella me embauco! - se acerco a mi agarrándome del brazo con fuerza.
Intente liberarme, pero el puño de Jev fue mas rápido. Golpeo a Rixon en la nariz rompiendosela otra vez. Este a su vez se tambaleo hacia atrás cubriendo su cara con sus manos.
-Nora! Que haces? Es a mi a quien amas! Lo sabes!
-No! No te amo! Nunca lo hice! Solo sentía temor! Al mundo, a la soledad! Pero nunca te ame! Nunca me sentí como una mujer real a tu lado!
-Maldita! Eres una maldita prostituta! Te revuelcas con cualquiera! Este tipo no te ama! Solo eres una aventura para el! Pronto se ira y te dejara! Y podrás seguir prostituyendote en todo Nueva York! Ya ve...
Rixon fue silenciado nuevamente por el puño de Jev. Esta vez lo derribo en el piso y lo golpeo repetidamente. Pronto suelo estuvo lleno de sangre y cuando pensé que iba a matarlo le pedí que se detuviera. Se puso en pie y le dio una patada en costillas. Rixon se quedo tirado en el piso respirando forzadamente.
Caminé en dirección al escritorio y tome el teléfono.
-Aun estas aquí?- Mercie no se había movido una pulgada de donde estaba, aun tratando de cubrir su pecho con su blusa. - Tienes diez minutos para abandonar mi empresa, o juro por dios que te sacare por los cabellos. - Asintió y se fue hasta su escritorio a recoger sus cosas.
-Si señor, en que puedo servirle.
-Soy yo Greene.
-Oh, señora ya se encuentra mejor?
-Si, gracias. Por favor envía al personal de seguridad a la oficina principal.
-De inmediato. Necesita algo mas?
-Si, también envía a Scott Parnell.
Le pedí a los de seguridad que sacaran a Rixon fuera de las instalaciones, y que tenia prohibida la entrada desde entonces. Fui hasta mi antigua oficina donde me esperaba Scott, era uno de los preferidos de mi padre y conocía la empresa mejor que cualquiera.
-Quería verme señora Grey?
-Si Scott. Rixon ya no pertenece a esta empresa y necesitare de alguien que la dirija. Mi padre confiaba en tus capacidades y conoces esta empresa mejor que nadie. Estaría tranquila de dejarla en tus manos. Claro, si aceptas.
Su respuesta fue una sonrisa que ilumino sus ojos. Tenia muchas ideas nuevas y frescas, pero Rixon nunca permitió que las desarrollara.
Lo deje instalado en la antigua oficina de Rixon y hable rápidamente con los encargados de departamentos.
Jev estuvo todo el tiempo a mi lado y cuando termine de organizar todo, fuimos a comer.
-Uff! que día! - estábamos en Enzo`s, sentados una de las mesas del fondo.
-Me alegro que todo haya terminado, y de que estés aquí. Creí que iba a enloquecer cuando te fuiste. Viví un infierno. -sus ojos estaban llenos de algo, tal vez odio por lo que Rixon había hecho o celos por haber pensado que lo había preferido a el.
-En serio pensaste que me iría así nada mas?
-No sabia que pensar Nora. Cuando te fuiste te busque por toda la ciudad. Fui a ver a Vee y me dijo que te habías ido con el. No lo entendía y no sabia que estaba pasando. Hasta que un día vi esa invitación a tu boda, no podía creer que te casarías con el, pero no tenia muchas opciones.
-No te dejaría. Nunca. También viví un infierno lejos de ti, no había un minuto en el que no estuvieras en mis pensamientos. Te necesitaba tanto.
Me acercó a el y me abrazo. Nos quedamos así mucho tiempo en silencio, solo sintiendo nuestros corazones latir. Comimos y fuimos hasta mi apartamento a recoger mis cosas.
Todo estaba igual que como lo había dejado. Tome una de mis maletas y la llene solo con cosas necesarias. Jev se paseaba por mi habitación y se paro frente al buró.
-Esto no puedes dejarlo. - me mostraba una de las diminutas prendas que Vee me había hecho comprar para el.
Con una sonrisa en mis labios y sintiendo el color subir a mi rostro, fui hacia el cajón y tome todas las prendas. Luego prepare mi neceser con mis cosas personales y lo deje junto mi maleta en la sala.
Jev tenia una expresión extraña en el rostro, algo lo inquietaba.
-Me dices que pasa? - abrece su cintura con mis brazos y lo mire a los ojos.
-Ven conmigo a Londres.
-A Londres?
-Si. Quiero que estamos alejados de Nueva York por un tiempo.
-Y cuando nos iríamos?
-Ahora. Tus maletas están hechas y las mías están en mi apartamento. Solo nos tomaría un minuto reservar los tickets para esta misma tarde.
Jev me miraba a la espera de mi respuesta. El era todo lo que yo quería y había deseado. Se había jugado todo por mi, y era mi turno de devolverle el gesto.
-Esta bien. Vamos!