21 de septiembre de 2012

Teasers de Finale - Becca Fitzpatrick (en Español)



Exclusivo!! 
Dia 17 Septiembre



Media hora más tarde, entré en mi casa. Vivía con mi madre en una casa de campo por excelencia en Maine, completa con pintura blanca, persianas azules, y un manto de niebla siempre presente. En esta época del año, los árboles ardían las cortinas de fuego de color rojo y oro, y el aire se llenaba con olores suaves de savia de pino, madera ardiente, y las hojas húmedas. Corrí por las escaleras del porche, donde cinco calabazas corpulentas me miraban como centinelas, y me dejé entrar.

¡Estoy en casa! —Llamé a mi mamá, la luz en la sala de estar me indicaba su ubicación. Dejé caer mis llaves en el aparador y fui a encontrarla.

Manoseado su página, se levantó del sofá y me apretó un abrazo. —¿Cómo fue tu noche?

—Escurrí oficialmente hasta la última gota de mi energía. —Señalé hacia arriba—. Si llego a la cama, será por pura fuerza mental.

—Mientras estabas fuera, un hombre vino a buscarte.

Fruncí el ceño. ¿Qué hombre?

—No quiso dejar su nombre, y no me dijo de dónde te conocía —continuó mi madre. ¿Debo preocuparme?

—¿Cómo se veía?

—Rostro redondo, tez rojiza, pelo rubio.

Era él. El hombre que tenía un hueso a escoger con Patch. Fabriqué una sonrisa. —Oh, está bien. Es un vendedor. Está tratando de convencerme de que hagamos las fotos de la graduación en su estudio. Lo siguiente que sabré es que va a querer venderme los anuncios de la graduación también. ¿Sería completamente repugnante si no me lavo el rostro esta noche? Permanecer despierta dos minutos extras a este punto me está matando.

Mamá me besó en la frente. —Dulces sueños.

Subí a mi habitación, cerré la puerta y me dejé caer despatarrado en la cama. La música de La Bolsa del Diablo aún latía en la parte posterior de mi cabeza, pero estaba demasiado cansada para preocuparse. Mis ojos estaban cerrados hasta la mitad cuando me acordé de la ventana. Con un gemido, me tambaleé y abrí la cerradura. Patch podía entrar, pero le deseaba suerte tratando de mantenerme despierta el tiempo suficiente para obtener una respuesta.

Tiré mis mantas hasta la barbilla, y sentí como una ráfaga suave y feliz de un sueño me hacía señas desde cerca, arrastrándome debajo…

Y entonces el colchón se hundió con el peso de otro cuerpo.

—No sé por qué estás tan enamorada de esta cama —dijo Patch—. Es treinta centímetros demasiado corta, un metro veinte demasiado estrecha, y las sábanas color púrpura no son para mí. Mi cama, por otro lado. . .

Abrí un ojo y lo encontré tendido junto a mí, con las manos ligeramente detrás de su cuello. Sus ojos oscuros me miraban, y él olía a limpio y atractivo. Por encima de todo, se sentía caliente pegado a mí. A pesar de mis mejores intenciones, la proximidad hacía cada vez más difícil concentrarme en el sueño.

—Ja —le dije—. Sé que no te importa qué tan cómodo es mi cama. Estarías bien en una plataforma de ladrillos. —Una de las desventajas de que Patch fuera un ángel caído era que no podía sentir nada a nivel físico. No había dolor, pero tampoco placer. Debería estar contenta sabiendo que cuando lo besaba, él lo sentía a un nivel emocional único. Traté de fingir que no me importaba, pero yo quería que él se sintiera electrificado por mi tacto.

Me besó suavemente en la boca. —¿De qué quieres que hablemos?

No podía recordar. Algo sobre Dante. Fuera lo que fuese, parecía sin importancia. Hablando en general, parecía importante. Me acurruqué más cerca, y Patch acarició mi brazo desnudo, por lo que una cálida sensación de hormigueo me recorrió entera hasta los pies.

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