27 de mayo de 2014

Angel Cap. XIII

Patch Pov


Ventanas. Las malditas ventanas donde siempre terminaba. No importaba cuanto lo evitara, siempre llegaba a este lugar. Siempre terminaba imaginándomela allí.

Camine a mi habitación y cerré mi última maleta. Llevaba algunas cosas para mi madre que sabía que le iban a gustar. Dante había programado mi vuelo para esta noche. No quería estar aquí no un minuto más, no después de la invitación que recibí.

Tome mis llaves y mi chaqueta, tenía unas ultimas cosas que hacer en la cuidad antes de irme. Las haría y me iría de aquí, con esperanza de nunca tener que regresar.

Nora Pov



Diez, nueve, ocho…tres, dos, uno…bien! Dos horas completas desde que Rixon se fue, debía de estar lo suficientemente lejos como para no volver. Había ideado un plan de escape y era hora de ponerlo en marcha.

-Oigan! – golpee la puerta. –hey! Ustedes allá fuera!

-Si?

-Abran la puerta, necesito ayuda. – diez segundos dudas después, la puerta se abrió.

-Que necesita? –uno de los hombretones de Rixon eclipso la puerta con su gran tamaño.

-Es mi periodo. Necesito tampones.

El hombretón en la puerta mira al que estaba justo detrás de él. Este le respondió levantando los hombros.

-Llamare a Rixon.-Cerro la puerta otra vez, y me pegue a ella para escuchar lo que diría. Segundos después la puerta se abrió y el hombretón me ofreció el teléfono.

-Si?

-Nora, que pasa?

-Es mi periodo, si? Necesito tampones.

-Bien, dile a los hombres de cual los quieres y ellos los traerán para ti.

-No, claro que no. No voy a dejar que estos idiotas los compren, sabrá Dios que podrían traer.

-Nora…

-Escucha Rixon, es mi periodo, necesito los malditos tampones y pronto!- hizo silencio por tanto tiempo que pensé que había colgado.

-Iras con los hombres a comprarlos en la farmacia mas cercana. Estarás con ellos todo el tiempo y no intentes nada estúpido, o habrán varias personas que lo pagaran, entendido?

-Si…

-Bien. Pásale el teléfono a Víctor.-le di el teléfono al hombretón, y este asentía a las indicaciones de Rixon.

-Vamos.- dijo luego de cerrar.

Regrese a la habitación y tome mi chaqueta, llevaba jeans, un polo azul y zapatillas para correr. Estos hombres podían ser muy fuertes, pero ya quería verlos tratando de alcanzarme.
Camine escalera abajo dándole forma a mi plan en mi cabeza. Debía de buscar la forma de alejarme de ellos, solo unos minutos bastarían. Rixon me había quitado todas mis tarjetas de crédito. Pero siempre tenia el dinero de emergencia en mi maleta, por si debía de salir rápidamente de casa en algún momento. Así que ahora contaba con trescientos dólares que descansaban en mi pantalón. El viaje de Miami a New York me tomaría todo un día en tren, y estoy segura de que los hombres de Rixon se dirigirían allá una vez se den cuenta que me había ido.

Con una descarga de adrenalina corriendo por mi cuerpo me subí en el auto. Todo mi cuerpo estaba tenso, preparado para el reto.

La idea era que los hombres se cansaran de este viaje lo suficiente para dejar de seguirme. Los lleve creo que por todas las farmacias que hay en Miami. Dos horas después nos detuvimos frente a una muy grande que tenia varios departamentos.

-Aquí si puedo encontrar los que uso. Solo me tomara un minuto. –como no había intentado escapar antes, los hombres se confiaron de mi declaración y me dejaron entrar sola. Dos de ellos se pararon a cada lado de la puerta, mientras los otros dos se recostaron despreocupadamente del auto negro.

Camine por la tienda por unos minutos y tome una caja de tampones verde. Fui hasta la caja.

-Disculpa. Cuánto cuestan? – dije a la morena que estaba detrás del mostrador cuyo largo cabello caía lacio a ambos lados de su cara.

-Espera.- pasó la caja por el verificador.- son veinte dólares.

-Uh…bien. Escucha, tienen una puerta trasera?- pregunte tratando de poner toda la ingenuidad posible en mi cara, para no levantar sospechas.

-Si, es por ahí.

-Gracias.- le dije con una sonrisa no fingida.

Camine hacia los anaqueles dejando la caja verde en su lugar, di una última mirada a los hombres que estaban fuera. Estaban bromeando unos con otros y mirando a las chicas que pasaban. Era mi oportunidad, ahora o nunca.
Me dirigí despacio a la salida de emergencia, mirando los anaqueles que estaban cerca. Una vez estuve en el umbral, donde los altos espejos de decoración me tapaban completamente eche a correr.

Corrí por el estrecho pasillo. Corrí como nunca no había hecho. Salí a un callejón lleno de tanques de basura, la única salida daba justo donde estaban los hombres esperándome, así que corrí en dirección opuesta. Había una maya que dividía la propiedad  de un taller de autos.

Salte por la malla y corrí pasando a unos hombres que me miraron con expectación, pero no trataron de detenerme. Tenía que llegar a la estación del tren. No sabía si los hombres ya se habían percatado de mi ausencia, pero no iba a mirar atrás para averiguarlo.

Veinte minutos de correr después, me detuve frente a la ventanilla para comprar un boleto sin escalas a New York, con un poco de suerte, estaría allí para el atardecer. Pague el ticket y camine hacia la zona de abordaje. Compre una gran botella de agua, galletas y unos chocolates, tape mi cara cubriendo mi cabeza con mi abrigo y me subi al tren.

Una vez el tren se puso en marcha pude relajarme. Trate de no pensar en Rixon y como estaría ahora, buscándome por toda la cuidad, o enviando a sus hombres a Nueva York. Cuando la adrenalina abandono mi cuerpo me sentí cansada, había corrido tanto que me dolían los pies. Puse seguro a la puerta de mi pequeño compartimiento, y me recosté en el sillón cama rojo. Con el rostro de Jev en mi cabeza, caí en la inconsciencia.
***
Cuando desperté estaba cayendo la tarde tras la ventanilla. Una voz anunciaba que llegaríamos en diez minutos. Me puse mis zapatos, peine mi cabello lo mejor que pude con mis dedos y comí las galletas.

En eso estaba cuando el tren llego a la estación, fui de los últimos pasajeros en salir. Canime despacio y con mi abrigo cubriendo mi cara. Había tomado uno reversible y ahora lo usaba del lado negro, no amarillo como cuando estaba con los hombres en el auto.

Vi varios hombres en traje repartidos por toda la estación. Me las arregle para pasar inadvertida. Tome un taxi afuera y le indique donde ir. Condujo por las concurridas calles, mientras yo me devanaba los sesos pensando si Jev había regresado ya a Londres.

Le dije al taxi que rodeara el edifico donde estaba el departamento de Jev. Había hombres por todas partes, unos en traje otros vestidos con jeans in chaquetas. No podía decir cuáles eran los secuaces de Rixon y cuáles no.

Nos detuvimos en la parte trasera del edificio. Le pague al conductor y espere que se fuera. Salte la malla, tal como lo había antes en la farmacia, y camine por los tanques de basura. Entre por la cocina, le di cincuenta dólares al chico que lavaba los platos para que me ayudara a salir sin ser vista. La mitad de los empleados aquí me conocían, me habían visto varias veces junto a Jev y no se negaron a ayudar.

Fue por un carro de limpieza y me ayudo a meterme dentro. Deslizo el carro hasta el ascensor mas cercano y oprimió el botón del penhouse. Cuando las puertas de ascensor de abrieron el chico miro a todos lados antes de abrir el carrito.

-Puedes salir. Unos hombres se han pasado la tarde subiendo y bajando de este piso. Tendrás por lo menos veinte minutos antes de que vuelvan a subir. Suerte.

Asentí con un nudo en la garganta sin poder decir nada. Camine por el pasillo con los ojos muy abiertos.

Toque una vez la puerta. Nada paso. Toque otra vez. Nada.

La adrenalina del miedo comenzó a correr por mi cuerpo. Golpee la puerta con toda mis fuerzas, pero no hubo respuesta. Me desplome en el suelo con la espalda contra la puerta. Abrace mis piernas mientras lagrimas corrían por mis ojos. Estaba pérdida, pronto los hombres de Rixon subirían y me encontrarían aquí. Podía huir, ir por ayuda, pero ya no quería. Si Jev se había ido, ya nada de esto tendría sentido.  


Me quede sentada en el piso con la cabeza entre mis rodillas. Todo había acabado, Jev se había ido y con él mi única esperanza.



MagenXoxo