3 de diciembre de 2013

Capitulo IV- Angel (fanfic de Hush Hush)

Patch POV


Llegue tarde. Como me imaginaba el transito era un asco en la gran cuidad de Nueva York. Tuve que pedir algunas direcciones para llegar al lugar al que me dirigía, y la gente no era muy amable en las mañanas.

Una vez estacione el auto  fui hasta la recepción. Una hermosa mujer me anuncio y me indico el camino hacia la oficina del presidente.

Camine fijando me los cuadros que adornaban todo el pasillo. Parecían de desfiles pasados organizados en playas, clubes, escenarios temáticos. Al llegar al final del pasillo, algo llamo mi atención. En este ultimo cuadro, al fondo detrás de las luces había una chica, iba vestida con un vestido negro de cocktail y zapatos altos. Pero esto no era lo que me alteraba, era su enorme parecido con la mujer que había visto esta mañana en el ventanal del edificio de enfrente.

-Disculpe, puedo ayudarle? 

Una exuberante mujer rubia me hablada desde la puerta contigua. Llevaba la falda un poco corta para ser un uniforme de oficina, pero que mas da, era Nueva York! Deje de mirar el cuadro, el cual me detendría a observar después, y mire a la mujer que me miraba de forma expectante.

-Si... busco la oficina de Rixon  O`Donellver.

-Si claro, sigame.


Caminamos hacia la oficina pasando la puerta. Era una oficina reservada pero elegante, con colores átonos y grandes muebles.

-Espere aquí, le anunciare. -se inclino y tomo el teléfono, espero y luego susurro algo mientras miraba en mi dirección con una mirada insinuante. 

-Puede pasar, disculpe los inconvenientes.

Entre en la siguiente oficina, esta era mas grande y mejor decorada. Un gran escritorio posaba en el medio de ella, un computador, un archivo y muchos cuadros sobre la mesa eran los objetos que mas resaltaban.

El hombre que estaba del otro lado del escritorio se paro y vino a mi encuentro.

-Hola, soy Rixon. - Dijo con un fuerte acento irlandés mientras estrechaba mi mano.

-Hola, Jev Cipriano.-Me guió hasta un sillón frente a su escritorio y tomo su lugar frente a mi.

-Bienvenido a Grey Textiles, empecemos cuando quiera.


****

Seis horas mas tarde, tenia todo lo que necesitaba saber sobre la empresa; estados financieros, infraestructura, socios. Pero eso no era suficiente. Tenia que asegurarme de que todo lo presentado fuera verídico, para eso iba a necesitar quedarme por lo menos seis meses, esa era la parte que odiaba de mi trabajo.

Me despedí de Rixon y la mujer exuberante, que luego supe que respondía al nombre de Marcie, me encamino a la salida, lo cual no me permitió ver el cuadro que estaba junto a la puerta otra vez.

Una vez en mi coche, puse algo de música de piano, me relajaba en medio de este transito. Conduje despacio hacia mi departamento, todo lo que quería era darme una ducha e irme a dormir, no sin antes mirar un momento por las ventanas, con algo de suerte la vería otra vez.

Estaba cerca de mi edificio, al doblar la esquina mi celular sonó en el bolsillo de mi chaqueta que estaba colgada en el asiento del copiloto, me estire a buscarlo. El semáforo cambio a verde y avance despacio mientras miraba quien llamaba.

Cuando fije los ojos al frente tuve que frenar en seco. Una chica me miraba con cara de sorpresa, estaba parada justo al frente del coche, estuve a punto de golpearla. Baje la intensidad de las luces para verla mejor y pedir disculpas desde el coche, pero no pude. 

Era ella, la mujer del ventanal estaba parada frente a mi y me observaba con la misma curiosidad y asombro que debió reflejarse en mi rostro. La calle estaba atestada de personas que tocaban sus bocinas y gritaban por todas partes. 

Ella siguió caminando hacia el otro lado de la calle y yo me apresure a salir del auto. La seguí y la tome por el codo para hacerla girar.

-Te encuentras bien?- Me miro con mas asombro aun. Yo era totalmente cociente del calor que producía mi mano al contacto con su piel.

-Si...eh estoy bien, gracias.- Dijo torpemente y sus mejillas estaban mas que rojas. Tal vez debí de soltar su codo, pero no lo hice. Tenia miedo de que desapareciera. 

-Lo siento, no me he fijado. Vas a alguna parte? puedo llevarte.- Ofrecí en modo de disculpa, pero con segundas intenciones. Ella se aparto un poco soltando mi agarre.

-No, gracias... vivo en esta calle.

-Bien, pero por lo menos deja que te invite algo de tomar, como disculpa. No te quitare mucho tiempo.

-No puedo, lo siento. Alguien me espera... Adiós. 

Esas palabras cargadas de intención retumbaron en mi cabeza "Alguien me espera". No quería pensar en lo peor, tal vez era su madre o una amiga, pero solo eran ilusiones falsas. 

Ella era todo lo que un hombre desearía tener. Lo mas probable era que yo había llegado tarde y que algún idiota afortunado se me hubiera adelantado. 


M. Xoxo


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